Danby MJ50 User Manual Page 575

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Padre
Con referencia a la importancia de este título, ver com. cap. 6: 9.
Hijo
En cuanto a la importancia del título "Hijo" aplicado a Jesús, ver com. Mar.
2: 10; Luc. 1: 35; acerca de Jesús como Hijo del hombre, ver com. Mat.1: 1;
Mar. 2: 10.
Espíritu Santo.
Ver com. cap.1: 18. Con referencia a la misión y obra del Espíritu Santo, ver
Juan 14: 16-18; 16: 7-14. La naturaleza del Espíritu Santo es un misterio
divino, sobre el cual la Inspiración no ha visto conveniente hablar. La
especulación acerca de este tema es inútil.
20.
Enseñándoles.
La aceptación del Evangelio de Jesucristo implica acción de la mente. Sólo el
que sabe bien lo que cree puede ser cristiano en el sentido más cabal. Quienes
conciben que la conversión y la salvación sólo atañen al sencillo asentimiento
de fe en Jesucristo como Salvador - por más importante que pueda ser ese
aspecto de la vida cristiana- omiten una parte importantísima de la comisión
evangélica. Es tan importante enseñar a las personas que observen lo que
Cristo ha mandado, como lo es bautizar. En verdad, el tener fe en Cristo exige
un crecimiento constante en "el conocimiento de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo" (2 Ped. 3:18). Si no se ejercitan las facultades mentales para
comprender la voluntad revelada de Dios, no puede haber verdadero cristianismo,
ni verdadero crecimiento. Por ello, la instrucción es de vital importancia,
tanto antes como después del bautismo. Si no hay una instrucción adecuada en
las grandes verdades fundamentales del Evangelio, no puede haber verdadera vida
religiosa. Sin embargo, es el maravilloso amor de Cristo el que subyuga los
corazones. Si no existe un genuino amor por Cristo, las doctrinas y las formas
de la religión pierden su significado y valor.
Todas las cosas.
Nada debe omitirse. Al hombre no le corresponde afirmar que algunas de las
enseñanzas de Cristo son ahora obsoletas.
Os he mandado.
Las tradiciones humanas y las exigencias de los hombres no tienen valor ante
Dios. Cualquier enseñanza que no tenga la autoridad de Cristo, no tiene lugar
en la iglesia cristiana. Con referencia a la importantísima distinción que
Jesús trazó entre la "tradición de los hombres" y el "mandamiento de Dios", ver
com. Mar. 7: 7-8, 13.
Estoy con vosotros todos los días. A primera vista, parecería extraño que Jesús
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