Danby MJ50 User Manual Page 213

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de la de Jesús. Por su lado, los escribas y fariseos rechazaron abiertamente a
Cristo y lo tildaron de impostor (DTG 183-184), aunque vacilaron en adoptar la
misma actitud para con Juan el Bautista, al menos abiertamente (cap. 21:
23-27). La gente común tenía "a Juan como verdadero profeta" (Mar. 11: 32);
más tarde oyeron a Jesús de buena gana (Mar. 12: 37) y, finalmente, muchos de
ellos llegaron a la conclusión de que él también debía de ser profeta (Mat. 16:
13-14). Por lo tanto, las palabras de Cristo en este pasaje y en los
versículos sucesivos se aplican de un modo especial a los dirigentes judíos, y
de un modo más general a todo Israel.
Juan el Bautista sirvió de puente entre el AT y el NT (DTG 191-192). El AT
termina con la profecía de que él vendría (ver com. Mal. 3: 1; 4: 5-6), y el
NT comienza con el registro del cumplimiento de esa profecía (Mat. 3: 1-3; Mar.
1: 1-3). Los mensajes proféticos del AT se centralizan en la venida del Mesías
y en la preparación de un pueblo listo para recibirlo (Mat. 11: 13-14). En
Juan, lo antiguo llegó a su apogeo y dio lugar a lo nuevo. La misma generación
que escuchó a Juan también fue testigo de la venida del Mesías y del
establecimiento de su reino. Además, fue esta misma generación la que
finalmente vio cumplirse plenamente todo lo que los profetas del AT habían
predicho acerca de Jerusalén y de la nación judía (ver com. cap. 23: 36; 24:
15-20, 34).
Muchachos.
Literalmente, "niños pequeños". La escena que aquí se describe es
característica de las aldeas del Cercano Oriente donde la calle sirve tanto de
campo de juego como de lugar para caminar o de mercado. 375
Las plazas.
Gr. agorá, "ágora", "lugar de reunión del pueblo", "plaza". En estos lugares
la gente se reunía para conversar y para hacer sus negocios.
17.
Os tocamos flauta.
Al parecer, la figura aquí es la de dos grupos de niños que juegan. Un grupo
evidentemente deseaba imitar una alegre fiesta, como la de una boda.
No bailasteis.
Caprichosos, los otros niños se negaron a jugar y no respondieron a la
propuesta de los primeros.
Endechamos.
Gr. thr'néÇ, "endechar", "llorar", "hacer duelo". Continuando con la figura de
los niños que juegan (vers. 16), Mateo hace decir al primer grupo de niños:
"Muy bien, ya que no quieren jugar a la fiesta, juguemos al funeral". En
tiempos bíblicos, se acostumbraba en el Cercano Oriente llorar a los muertos en
forma efusiva y dramática. Muchas veces se contrataban plañideras para endechar
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